Meteduras de pata
Echáis un vistazo a la mesa. El camino parece despejado y es el momento de atacar y colar 2 puntitos de daño.
Separáis las manos de vuestra criatura y levantáis la vista. El oponente os mira un poco confundido, piensa por un segundo y activa la habilidad de su
Uy.
Bloquea a vuestra criatura. En la mano tenéis un
¿Tenéis vuestra respuesta? No me la digáis todavía.
Hoy vamos a hablar sobre las meteduras de pata.
Nos guste o no, todos cometemos errores jugando a Magic. Incluso los mejores jugadores que jamás han tocado una carta de Magic han hecho malas jugadas en los mayores niveles competitivos: realizar ataques perjudiciales, intentar contrarrestar un hechizo incontrarrestable, lanzar un hechizo de coste 1 cuando hay en mesa un
Dicho de otra forma: vais a cometer errores.
Y no pasa nada por ello, en serio. Magic es un juego complejo. A veces, en la ronda 7 de una larga jornada de Magic, es fácil tener un lapsus y lanzar una
Son cosas que pasan.
Aun así, está claro que preferiréis evitar estos descuidos. ¡Todos nos esforzamos por jugar lo mejor posible! A pesar de eso, vais a cometer fallos, como ya he dicho. Todos vamos a hacerlo.
Lo realmente esencial es comprender esto: cometer errores es irrelevante; lo que importa es saber reaccionar a ellos.
Este pensamiento no se aplica solo a Magic, sino que es una de las verdades de la vida.
Puede que vuestras palabras hieran a alguien muy importante para vosotros. Quizá perdáis un vuelo por haber perdido la noción del tiempo y haber salido tarde de casa. Tal vez os marchéis de un lugar del que desearíais no haberos ido nunca. Todo eso son errores.
Pero ¿qué es lo que más importa en el torbellino de sensaciones que os envuelven después de haber cometido un error? Lo que hagáis a continuación.
Podéis dejar que los sentimientos heridos perduren y vuestro vínculo personal empeore... o podéis disculparos e intentar arreglar las cosas. Podéis gritar al personal del aeropuerto que esto es un escándalo... o podéis acercaros al mostrador más cercano y preguntar amablemente si hay algún otro vuelo pronto. Podéis deprimiros y pensar en los buenos tiempos... o podéis buscar el modo de aprovechar lo que os ofrezca vuestro paradero actual.
La solución está en vuestras manos.
¿Y en Magic? También está en vuestras manos, a veces literalmente. El problema está justo delante de vosotros. Podéis seguir intentando ganar la partida o dejar que la victoria se os escape. Entonces, ¿cómo podéis salir adelante después de haber cometido un error?
¿Cuál es el camino a seguir?
Cuando cometáis un error en Magic, el mal estará hecho, así que debéis volver a evaluar la partida desde su situación actual y seguir jugando.
Volvamos al ejemplo de antes.
Tenéis un
El instinto humano dicta que no debemos cometer errores. El instinto humano prefiere salvar las apariencias y disparar ese
Bueno, pues yo seré la voz que os diga que debéis tragaros ese orgullo.
Examinad el estado de la mesa. Vuestro
Pero, claro, ¡esa jugada maestra depende de que aún conservéis vuestro
Si quemáis vuestros cartuchos antes de tiempo, no tendréis nada para libraros del
En general, cuando os deis cuenta de que habéis cometido un error, deteneos un momento y reevaluad la situación antes de hacer nada más. Necesitáis analizar vuestro plan de juego y aseguraros de que siga siendo el correcto. También debéis plantearos si vuestra reacción instintiva es la opción adecuada. No podéis permitir que vuestra siguiente jugada sea otro error para tratar de enmendar el primero, porque eso solo os llevará a cometer más.
Correcciones correctas
Ahora bien, eso no significa que nunca debáis reaccionar a los errores que cometáis. Lo importante es que os adaptéis a la realidad de la situación actual en mesa.
En el primer ejemplo, si evaluáis la situación de aquel momento, es totalmente correcto reservar el
Echad un vistazo al siguiente supuesto:
Da igual por qué ha ocurrido, pero el caso es que habéis atacado e inmediatamente os habéis dado cuenta de vuestro error. ¡Estáis a punto de perder un
Está claro que la jugada correcta habría sido
Entonces, ¿deberíais intercambiar el Báloth por las Ratas?
¡De ningún modo!
El Báloth sigue siendo la clave de la victoria. Aunque hayáis dejado escapar una jugada ganadora, probablemente siga siendo el camino que os lleve a la victoria. Por tanto, deberíais lanzar la
En realidad, todo consiste en evaluar la partida en el momento de cometer un error y seguir tomando las decisiones correctas a partir de entonces. Imaginad que un robot (o Emrakul) se ha apoderado de vuestra mente y os ha obligado a hacer algo perjudicial en un momento dado. Ahora habéis despertado del trance y tenéis que arreglar el desaguisado.
Lo que hagáis a continuación siempre está en vuestras manos.
El declive y la clave
Si sois jugadores habituales de Magic, puede que hayáis oído el término "declive", o tilt en inglés. Sufrir un declive es una de las cosas más peligrosas que pueden ocurriros en una competición y se refiere al momento en el que vuestras emociones, ya sean positivas o negativas, influyen más en vuestras jugadas que el pensamiento estratégico. Podéis sufrir un declive cuando tenéis tanta ventaja y os sentís tan cómodos que creéis que no podéis perder, aunque también es habitual experimentarlo después de cometer un error.
Quedarse anonadado tras un declive emocional es lo que os hace lanzar un
Quedarse anonadado tras un declive emocional es lo que os hace perder un
No dejéis que las emociones negativas os perjudiquen. La forma de evitarlo es, precisamente, evaluar las situaciones después de haber cometido un error. Respirad hondo, analizad el estado de la partida y preparaos para volver a enfrascaros en ella, hacer las jugadas correctas y pelear en plenas facultades.
¿Qué viene a partir de ahí? Seguir adelante y ganar.
Espero que hayáis disfrutado con este artículo sobre los errores en Magic y cómo reaccionar a ellos. Si tenéis algún comentario o queréis aportar vuestro granito de arena, siempre se agradece. Podéis encontrarme en Twitter y Tumblr, o también escribirme por correo electrónico a BeyondBasicsMagic@Gmail.com.
Volveremos a vernos la semana que viene. Que os divirtáis... y que siempre encontréis la forma de reaccionar a vuestros errores.