El Planeswalker Karn creó el mundo de Mirrodin, que al principio recibió el nombre de Argentum. Memnarch, su vigilante, se volvió loco y comenzó a raptar mortales de todo el Multiverso con el fin de poblar el plano. En este mundo de metal, los nuevos habitantes de Mirrodin sufrieron en sus cuerpos la influencia del duro entorno y se convirtieron en maestros de las armas y de los artefactos.
Karn fue quien trajo el aceite pirexiano a Mirrodin, el cual, bajo la superficie del mundo, inició el lento proceso de transformación de todas las criaturas que tocaba. Karn enloqueció poco a poco y se convirtió en el Padre de las Máquinas y líder de Pirexia. Lo que había comenzado como una lenta expansión se convirtió en una campaña agresiva por alterar, o completar, el mundo de Mirrodin. Los mirrodianos lucharon en muchas batallas, pero pronto fueron sobrepasados por las fuerzas pirexianas.
Ni siquiera los Planeswalkers Koth, Elspeth y Venser lograron cambiar el curso de la guerra; aunque Venser sacrificó su vida para devolverle la cordura a Karn, el creador de Mirrodin ya no pudo detener la máquina pirexiana. Ahora los magistrados (los tenientes más destacados de Karn) y sus facciones se han enfrentado entre ellos por obtener el poder. Mientras tanto, los nativos siguen luchando por su propia supervivencia.