¡Bienvenidos a la Semana Temur! Esta es la quinta y última semana temática de los clanes, en la que nos centraremos en la cuña verde-azul-roja. Al igual que hice en las semanas de las otras facciones (Abzan, Jeskai, Sultai y Mardu), voy a reunir a los tres colores del clan para hacerles unas preguntas y luego me retiraré para dejar que debatan entre ellos. El cometido de esta serie de artículos ha sido ayudaros a comprender mejor cómo se relacionan los colores y qué diferencias y similitudes hay entre ellos. Si os interesa el tema de las filosofías de los colores, echadle un vistazo a esta página, en la que se recopilan los numerosos artículos que he escrito durante años acerca del sistema de colores. Hay más de 20 textos, aunque la mayoría estarán en inglés.

Dicho esto, comencemos:

Hola a los tres. Vamos a empezar esta entrevista como hicimos en las cuatro ocasiones anteriores. Os pido que os presentéis según el orden por el que aparecéis en los costes de maná de las cartas temur y que luego expliquéis cuál es vuestro objetivo y qué métodos utilizáis para alcanzarlo.

Soy Verde, el color principal del clan Temur. Busco la aceptación y mi medio para lograrla es la armonía.

Yo soy Azul. Busco la perfección y mi método es acumular conocimientos.

Y yo soy Rojo. Busco la libertad y la consigo poniéndome en acción.

Empecemos explicando qué pensáis sobre el rasgo que une a vuestro clan. ¿Qué podéis decirnos sobre el salvajismo?

Antes de entrar en materia, me gustaría dedicar un segundo a definir la palabra "salvajismo". Este término aparece descrito en algunos diccionarios como "crueldad y falta de humanidad". Otra posible definición sería "modo de ser o de actuar propio de los salvajes". En ambos casos, se caracteriza por la carencia de una reacción refinada y culta.

¿Se puede saber qué haces?

Si vamos a debatir acerca de una palabra y de lo que significa para nosotros, ¿no deberíamos entender primero sus posibles contextos?

Creo que analizar el significado de "salvajismo" es algo totalmente opuesto a ese concepto. Ser salvaje consiste en rendirse ante los impulsos y los instintos, en hacer lo que haya que hacer en la euforia del momento con tal de sobrevivir.

Pero la definición implica que el significado depende del contexto.

¿Por qué tienes que pararte a analizarlo todo? ¿Limitarte a explicar qué opinas de algo va contra tus normas?

Verás, hago esto porque considero que el salvajismo puede ser una cuestión mental, al igual que es física o emocional.

¿De verdad?

Sí, por eso estamos los tres aquí: porque todos vemos el rasgo del clan desde una perspectiva distinta.

Para mí, el salvajismo consiste en buscar nuestra fuerza interior y manifestarla.

La fortaleza mental es idéntica, solo que utilizando la mente, en lugar de los músculos.

De modo que es una labor de introspección.

Así es.

Me alegro, porque tiendes a fijarte solo en lo exterior.

¿Qué quieres decir?

Que la vida te proporciona todas las respuestas y solo tienes que buscar en tu interior para encontrarlas. Cuando hablo sobre la armonía, lo hago en el sentido de que debemos dejar de luchar contra el universo y empezar a darnos cuenta de que todo lo que necesitamos ya está dentro de nosotros.

No estoy nada de acuerdo con eso. Todos nacemos como páginas en blanco repletas de potencial, pero ese potencial procede del exterior. Todo el mundo puede convertirse en lo que quiera, pero se necesitan conocimientos, experiencia y herramientas adecuadas.

Entonces, ¿el salvajismo también viene del exterior?

No, no estoy diciendo eso. Yo creo que el salvajismo se basa en ignorar los límites psicológicos que solemos desarrollar como método de protección. De esa forma, podemos realizar actos fuera de nuestras normas.

O sea, ¿que el salvajismo consiste en romper las normas?

Supongo que podría interpretarse así.

Bien, porque me gusta romper normas.

Para mí, el salvajismo es aceptar nuestra naturaleza animal. Dentro de todos nosotros, hay un vínculo con la red de la vida. Eso significa que todos tenemos un lado salvaje, y el salvajismo consiste en recurrir a él.

Sustituye lo de la naturaleza animal por las emociones y estaré de acuerdo contigo.

Para mí, el salvajismo es ahondar en nosotros mismos y encontrar la fortaleza mental para cumplir la tarea que tengamos delante.

Yo creo que el salvajismo no tiene que ver con el raciocinio. Cuando me encuentro en un estado salvaje, ignoro lo que me dice la mente. Ser salvaje no es escuchar a tu cerebro, sino a todo tu cuerpo. La clave es abandonarnos a las fuerzas primitivas que nos unen con la tierra.

Yo estoy de acuerdo con Verde en este tema. El salvajismo es escuchar a tu interior, a los elementos más básicos de la psique. Ahí no hay raciocinio posible.

Vosotros creéis que el salvajismo no tiene un componente mental porque os negáis a razonar.

¿Qué quieres decir?

Que vivís según dos credos que rechazan la idea de que el pensamiento racional sea una fuerza positiva. Por eso es tan difícil hablar con vosotros: porque nunca os molestáis en reflexionar sobre nada.

Es curioso que consideres que hacer las cosas de forma diferente a la tuya sea una muestra de ignorancia.

No es ignorancia, sino apatía. Parece que a vosotros no os importa el exterior. Ahí fuera hay un mundo de conocimientos que pueden ayudaros a realizar cualquier cosa que os propongáis, pero vosotros dos creéis que está prohibido aprender de las experiencias de los demás.

En cambio, tú rechazas que se puedan obtener respuestas de algo más que de los datos fehacientes.

Los datos son objetivos.

La vida no consiste en ser objetivo.

Puede que no para ti.

¿No te molesta vivir en un mundo frío y desprovisto de sentimientos?

¿Qué pretendes que haga? ¿Que me deje llevar por mis caprichos, como tú? ¿Que tome decisiones sin visión de futuro y dé prioridad a lo primero que se me pase por la cabeza?

¿Te sientes superior por pensar que hago todo de forma irracional? La única diferencia entre tú y yo son nuestras motivaciones. Yo intento ser fiel a quien soy y a quienes me importan. Trato de defender algo y de hacer que mi vida tenga sentido. A ti, lo que más te motiva es no cometer errores nunca, o eso parece. Pues bueno, espero que estés contento con tu vida estéril, fría y miserable, sin saber nunca lo que se siente al tener a alguien cercano, al sentir la auténtica felicidad... o al sentir cualquier cosa, ya que estamos.

Tengo sentimientos y emociones. Simplemente, elijo distinguirlos como tales y no dejar que gobiernen mi vida. Hay un motivo por el que el intelecto es una bendición: porque nos permite moldear quiénes somos y en qué podemos convertirnos. Cuando mi vida termine, seré la mejor versión de mí posible, mientras que tú seguirás siendo el mismo ignorante que has sido toda tu vida.

Eso es porque estoy satisfecho conmigo mismo. ¿Alguna vez te has parado a preguntarte por qué te esfuerzas tanto por cambiar? Es porque no estás contento con quien eres.

Rojo acaba de mencionar la diferencia clave entre tú y nosotros. Nosotros dos nos centramos en reflexionar sobre nuestro interior y en reconocer qué nos hace especiales, en vez de buscar respuestas externas para explicar cómo podemos convertirnos en personas distintas.

¿Tú ríes alguna vez? ¿O lloras?

¿Alguna vez aceptas el milagro de quién eres? ¿Eres capaz de disfrutar de una puesta de sol o de relajarte con el sonido de la lluvia?

¿Y vosotros nunca intentáis mejorar vuestra forma de ser? ¿Os conformáis con eso? ¿Nunca tratáis de hacer las cosas mejor y de convertiros en mejores personas?

Para ser alguien que afirma apreciar el conocimiento, te encanta sacar conclusiones prematuras. Rojo y yo intentamos ser mejores personas, solo que no lo hacemos a tu manera.

Pasemos al siguiente tema. ¿De qué mecánicas disponéis para elaborar una estrategia basada en el salvajismo?

Los tres podemos contar con valores de fuerza o resistencia superiores a la media, sobre todo a nivel común.

Verde y yo podemos arrollar. También sabemos aumentar la fuerza y/o la resistencia de nuestras criaturas: yo tengo habilidades como el hálito de fuego y Verde usa efectos como el de la Raizguana. Además, Verde y yo podemos inflar a nuestras criaturas con hechizos. Incluso Azul puede usar de vez en cuando los efectos de +1/-1.

Ya que hablamos sobre el crecimiento, Verde y yo podemos robar cartas; él suele centrarse en robar gracias a sus criaturas. Rojo y yo podemos saquear, aunque yo robo antes de descartar, mientras que él descarta y luego roba.

Verde y yo tenemos buena capacidad destructiva. Yo hago daño directo a criaturas, jugadores e, indirectamente, Planeswalkers. Tanto Verde como yo podemos destruir artefactos y tierras y él también sabe eliminar encantamientos y, a veces, Planeswalkers. Azul no destruye, pero puede transformar criaturas, robarlas, devolverlas a la mano o la biblioteca y mantenerlas bajo control.

Verde y yo podemos utilizar la habilidad de destello para tender emboscadas y contar con el factor sorpresa. En ese aspecto, Rojo dispone de la mecánica de prisa, y Verde también la utiliza a veces.

Yo me especializo en hacer que la fuerza y la resistencia aumenten con el tiempo. Además, puedo distribuir contadores +1/+1 para que las criaturas crezcan de forma permanente.

Verde y yo también podemos incrementar nuestro maná. Verde lo hace de forma progresiva, buscando tierras y usando criaturas que generan maná. En cambio, yo suelo utilizar rituales o permanentes que se sacrifican para producir un estallido de maná.

En cuanto a habilidades de criaturas, todos tenemos varias que son útiles en combate. Yo dispongo de la mecánica de antimaleficio, para que mis oponentes no puedan interferir; Rojo tiene dañar primero y dañar dos veces para dominar los combates; Verde tiene toque mortal, vigilancia y alcance para luchar en mejores condiciones.

Todos tenemos recursos para ser duros cuando hace falta y para asegurarnos de ganar la batalla.

Azul, cuéntanos un poco qué se siente al colaborar con tus dos enemigos.

Yo vivo mi vida según una creencia sencilla: todos los problemas tienen solución. Lo importante es dedicar tiempo y energías a encontrar esas soluciones. Por ejemplo, supongamos que he tenido un problema con una vecina y hemos discutido. Pues bien, yo me tomaré un tiempo para entender la perspectiva de mi vecina. ¿Por qué está molesta? ¿Qué hice yo para enfadarla? ¿Qué puedo hacer para corregir la situación y conseguir que deje de estar enojada? En esa situación, mientras que yo evaluaría mi próximo paso, Verde se enzarzaría en una pelea con la vecina, y Rojo le quemaría la casa. Ese es el principal problema.

¿El problema es que nosotros preferimos actuar? ¿Que tomamos medidas para enfrentarnos a nuestros problemas?

No, el problema no es que toméis medidas: es que lo hagáis sin pensar bien las cosas. Buscáis la solución inmediata para todos los conflictos.

¿Acaso la solución a largo plazo es infinitamente mejor?

¿Pero tú te das cuenta del caos que generas? Las emociones son peligrosas. Guiarse por los impulsos es imprudente. Es como intentar apagar un incendio echándole el primer líquido que encuentres, aunque sea gasolina.

En primer lugar, yo no apago incendios. En segundo lugar, parece que no consideras las emociones como algo esencial de nuestro ser. No son una especie de cableado defectuoso. Las emociones representan cómo eres, y tú vives negándote a ti mismo y rechazando quién eres.

Somos más que un conjunto de impulsos básicos. ¿Que yo rechazo las emociones? Pues tú rechazas el intelecto. Lo que determina quiénes somos no es lo que sentimos, sino lo que pensamos. Si nos dejásemos llevar por todos nuestros impulsos, no seríamos mejores que los animales.

¡Eh! Ya te gustaría llevar una vida la mitad de elegante que la de cualquier criatura de la naturaleza. Ellas no viven angustiadas por no confiar en sí mismas. Ellas aceptan quiénes son y conviven con eso en todos los aspectos de su ser.

Esa es la diferencia entre nosotros y la mayoría de los animales. Ellos no tienen intelecto. No son capaces de elaborar pensamientos complejos. No deberíamos vivir como animales, porque somos mejores que ellos. Podemos lograr más cosas. Eso es lo único que quiero: que la gente esté a la altura de su potencial.

Parece que consideras la inteligencia como un indicador de calidad. Pues bien, tú eres más listo, pero otros son más rápidos, otros son más fuertes, otros son más compasivos... La gente puede esforzarse por destacar en todo tipo de aspectos. Si tú consideras que la característica más importante es la inteligencia, el conocimiento o las funciones superiores de tu cerebro, perfecto, pero deja de juzgar a los demás según el mismo criterio. Eso es un insulto y una falta de perspectiva.

¿Que a mí me falta perspectiva? Pero si Rojo es la personificación de "golpea primero y pregunta después".

Y tú eres la personificación de "espérame una hora y luego te atiendo".

No pasa nada por ser comedido.

Sí que pasa. Te parece que la inacción no tiene consecuencias, pero mientras tú te tomas tu tiempo para analizar un problema, los demás están decidiendo por ti.

Y cuando tú actúas sin pensar, estás provocando un desenlace que no puedes controlar.

El control está sobrevalorado.

¡Eso te parece a ti!

Azul, has dicho muchas veces que quieres perfeccionarte, pero no entiendo cómo lo harás si sigues rechazando la introspección.

Sí que valoro conocerme a mí mismo. Para madurar, tenemos que comprender nuestras propias virtudes y defectos. Sin embargo, no asumiré que existan fuerzas más allá de mi comprensión.

Vaya, me alegro de que lo comprendas todo para que no haya "fuerzas más allá de tu comprensión".

Para ser un color que supuestamente aboga por el conocimiento, ignoras muchas cosas.

Y estoy tratando con dos colores incapaces de llevar un debate lógico. No sé qué vamos a sacar en claro de esto, la verdad.

Oh, cuidado, no vaya a ser que el color ansioso por ampliar sus conocimientos aprenda algo de nosotros.

¿La clave para aprender no es mantener una mentalidad abierta?

No quiero seguir hablando de esto. Pasemos a otro tema.

Rojo y Verde, está claro que tenéis ciertos roces con Azul. Me gustaría saber qué conflictos hay entre vosotros dos.

Lo más sencillo sería analizar el conflicto entre nuestros otros aliados: Negro en el caso de Rojo y Blanco en el mío. La disputa entre Blanco y Negro es que uno antepone las necesidades del grupo y el otro, las del individuo. Rojo y yo también estamos en bandos distintos en ese aspecto. Yo soy menos civilizado que Blanco, pero creo en la importancia de la comunidad. Todo ser tiene que comprender sus roles en la red de la vida y procurar no desviarse de ellos. En cambio, Rojo es mucho más individualista. Toda su filosofía se basa en que cada persona debe guiarse por lo que la apasiona. Por tanto, sus creencias se centran más en las necesidades del individuo.

Por otro lado, Verde tiene dos facetas: una destructiva y otra pacífica. Yo comprendo la primera. Entiendo la necesidad de tomar medidas y de causar destrucción. En cambio, el aspecto pacífico me resulta ajeno. No es que busque pelea todo el rato, porque no lo hago, pero no soporto la inactividad. Siempre tengo que estar haciendo algo.

Cierto, a Rojo no le agrada meditar ni quedarse quieto durante mucho tiempo.

Y a Verde le preocupa un poquito de más eso de estudiar los vínculos entre todas las cosas.

Se nos está acabando el tiempo. Podríamos concluir esta entrevista como hicimos en las anteriores. Decidme una frase breve para animar a la gente a que pruebe el clan Temur. Volved a seguir el orden de las presentaciones.

Si queréis vencer, respaldad al luchador más fuerte.

Creer que puedes ganar es la cualidad más importante para lograrlo.

Las batallas las gana aquel que más lo desee.

Gracias a los tres por haber participado.


Y así concluyen las entrevistas a las cuñas de colores. Me interesa mucho saber qué pensáis sobre esta serie de artículos y si os gustaría que escribiese más textos similares (aunque no idénticos) en el futuro. Podéis comentármelo por correo electrónico o en cualquiera de mis perfiles en redes sociales (Twitter, Tumblr, Google+ e Instagram).

Volved la semana que viene, en la que empezaremos a entrever los cambios que ha causado Sarkhan. ¡Las previews de Dragones de Tarkir están al caer!

Hasta entonces, espero que la fuerza esté de vuestro lado.

"Drive to Work #202—If Magic Started Over"

Allá en enero, escribí un artículo bastante popular llamado "Vuelta a empezar", en el que viajé al pasado y hablé con Richard Garfield sobre las cosas que yo cambiaría si pudiésemos empezar otra vez de cero con Magic. El primer podcast de hoy trata sobre ese tema y explica más detalladamente los cambios que yo haría.

"Drive to Work #203—2007"

Este podcast es otra entrega de la serie "20 Years in 20 Podcasts", en la que explico los acontecimientos clave de Magic a lo largo de los años. Hoy hablaré sobre 2007.