Si este fuera un presente distinto, Tarkir estaría en las garras de cinco poderosos kans. Los desiertos y los bosques estarían bañados en sangre y acosados por la guerra. Los clanes estarían enzarzados en batallas por el control de fortunas inmensas y vastos reinos. Pero no se trata de ese presente. Este presente nunca fue para que los kans lo dominaran. Este presente pertenece a los dragones.
Los poderosos dragones de Tarkir deben su existencia al Planeswalker Sarkhan Vol. Desde un presente sin dragones, viajó más de mil años atrás en el tiempo hasta un punto crucial, en el que salvó de la muerte al Planeswalker Ugin, el dragón espíritu. Este acto garantizó la presencia de las tormentas de dragones, las cuales se alimentan de la magia de Ugin y de las que nacen los dragones, por lo que la existencia de tales criaturas quedó asegurada.
Durante largos años, los clanes se enfrentaron a los dragones en una guerra por la supervivencia, esperando conseguir ventaja de alguna manera. Pero esa esperanza se desvaneció cuando Sarkhan intervino. Con la presencia de los dragones asegurada, sus números aumentaron y pronto las tornas de la guerra cambiaron a su favor. Al final, los dragones lograron dar caza a los kans y destruirlos. Y así, lo único que faltaba era que los dragones reclamaran su lugar en los tronos vacíos.
En este presente, los clanes derrotados están gobernados por cinco señores dragón legendarios. Con el paso del tiempo, los clanes llegaron a encarnar los aspectos dracónicos predominantes de sus señores, los cuales quedan representados mediante símbolos. Cada clan lucha con maná de una pareja de colores aliados y controla la magia en nombre de su señor dragón. ¿El objetivo? Controlar el plano de Tarkir en su totalidad.