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¡Pueblo de la Alta Ciudad!

Es mi deber solemne informarles de que Brago, rey de Paliano, ya no se encuentra entre nosotros. Su muerte sacudió los cimientos de la ciudad hace muchos años, mas su perseverancia espiritual aportó alegría y consuelo a todos nosotros. Sin embargo, ahora se encuentra verdadera y eternamente más allá del velo. Su reinado ha concluido y su espíritu al fin ha obtenido el descanso definitivo que tanto merecía.

En su benevolente sabiduría, nuestro difunto monarca ha nombrado a una sucesora con la voluntad y la fortaleza necesarias para traer la armonía a su amada ciudad. Como heredera designada y reconocida como legítima sucesora por la sagrada orden de los Custodi, juro defender las leyes de Paliano, mantener el orden en la ciudad y garantizar que la justicia se imparta con prontitud y ecuanimidad. Pese a la certeza de que nunca seré una gobernante a la altura del hombre cuyo compromiso con su ciudad trascendió la vida misma, albergo la esperanza de que, con la bendición de los Custodi, seré capaz de guiar nuestra noble urbe hacia una nueva era de prosperidad.

El traspaso de poderes siempre es un proceso arduo, y más aún cuando el fin de un reinado acontece de manera tan inesperada. Incluso los leales y firmes súbditos de la corona pueden verse mal preparados para servir a un nuevo monarca con la misma aptitud que al anterior. Por ello, el cargo de capitán de la guardia queda disuelto a partir de este momento. De ahora en adelante, los soldados de la ciudad responderán directamente ante mí. La antigua capitana ha sido licenciada con el agradecimiento de nuestra noble urbe y una generosa pensión que la proveerá de todo lo necesario durante el resto de su vida, independientemente de lo larga que esta sea.

En ausencia de un sucesor natural, Brago estableció con claridad su propósito respecto a la herencia del trono. Lamentablemente, no todos los antiguos vasallos del rey desean respetar su última voluntad. Por tanto, quienes pretendan utilizar esta transición como una excusa para incitar a la rebeldía han de saber que la traición recibirá, como siempre ha sido, el más severo de los castigos, mientras que la lealtad se verá recompensada generosamente. ¡Que la fortuna sonría a Paliano!

Queen Marchesa
Ilustración de Kieran Yanner

—Proclamación de Su Majestad la reina Marquesa, la Rosa Negra, primera de su nombre; líder del consejo, garante del gobierno legítimo, única soberana de la Alta Ciudad, auténtica heredera del trono de Paliano y todos los derechos y privilegios que este conlleva.