El sentido del dolor
La semana pasada hablamos del lado bueno de la vida: la ganancia de vidas.
Vimos en qué casos merece la pena jugar cartas para ganar vidas, cuáles son sus puntos fuertes y en qué enfrentamientos pueden ser buenas... o malas.
Sin embargo, ese análisis no estaría completo si no nos adentrásemos en las aguas turbias de la pérdida de vidas. Hoy descenderemos al tenebroso mundo de las cartas que exigen un pago de vidas a cambio de sus efectos. ¿Cuándo vale la pena utilizar estas cartas?
Muy bien, lectores míos, tomad aire y poneos las gafas de buceo, porque vamos a zambullirnos de cabeza.
En Magic, vuestros recursos iniciales son las cartas que tengáis en la mano y en vuestra biblioteca. Esas son las herramientas que os ayudarán a ganar la partida.
Sin embargo, existe otro recurso esencial a vuestra disposición: vuestro total de vidas.
Es fácil considerar que los totales de vidas solo son una forma de saber quién va ganando o perdiendo, un mero sistema de medición. No obstante, un total de vidas es mucho más que eso: es un recurso.
Si pilotáis un mazo lento de control o de combo, vuestro total de vidas es la barrera que os ayuda a resistir los ataques de los mazos agresivos. Podéis encajar unos cuantos golpes porque tenéis bastantes vidas con las que jugar, de modo que las utilizáis como un recurso.
Asimismo, las vidas pueden servir para lanzar hechizos que mejoren vuestra probabilidad de victoria.
Echad un vistazo a una carta que se ha dejado ver durante su paso por Estándar:
El Fin angustioso puede librarse de prácticamente cualquier cosa por solo tres manás. Es un coste estupendo para un hechizo capaz de exiliar Planeswalkers, criaturas, encantamientos y artefactos.
Ese coste de maná no es lo único que pide la carta, por supuesto. También tenéis que pagar 3 vidas para lanzarla. Está claro que no querréis pagarlas una y otra vez; vuestro total de vidas es un recurso, sí, pero tenéis que preguntaros si esa carta realmente es más útil que otros hechizos de destrucción.
A pesar de los inconvenientes, la verdad es que merece la pena utilizar este tipo de cartas. ¿Que por qué razones?
Os las explicaré.
Una vida es una vida
No sé quién fue la primera persona que lo dijo, qué escriba de Magic registró la siguiente afirmación en los libros de historia antes que los demás, pero existe un concepto imprescindible para entender toda una filosofía dentro de Magic.
Si hay algo que deberíais aprender con este artículo, es lo siguiente: el único punto de vida que importa en Magic es el último.
Tal como habéis leído. Entonces, ¿qué son los 19 primeros puntos de vida? Un mero recurso, como he dicho antes. Solo son escudos que os protegen de la auténtica estocada en el corazón, que es perder vuestro último punto de vida. Perder los anteriores resulta aceptable.
Es fácil tener el pensamiento instintivo de "perder vidas es malo". Sin embargo, pagar algunas vidas a corto plazo puede ayudaros a ganar la partida.
Volvamos a hablar del Fin angustioso.
Si vuestro adversario tiene una criatura 5/5 a punto de golpearos y lanzáis el Fin angustioso contra ella, el resultado es que perderéis menos vidas.
Es cierto que podríais utilizar un hechizo distinto que no os costara 3 vidas, pero, en realidad, ese es el precio que pagáis por la versatilidad de la carta. ¿Qué ocurriría si la amenaza no fuese una criatura 5/5, sino Chandra, aurora de la rebeldía? Perderéis 3 vidas por exiliarla con el Fin angustioso, pero quizá sea vuestra única forma de libraros de ella.
Recordad que vuestro total de vidas es un recurso y que el único punto que importa de verdad es el último. Si utilizar el Fin angustioso os permite evitar una derrota donde esas 3 vidas habrían sido irrelevantes de todos modos (a menos que perdáis por una diferencia de tres o menos vidas), entonces no habréis pagado un coste significativo de verdad.
Bueno... A veces sí que puede ser significativo.
Cálculo mortal
La relevancia de los pagos de vidas depende en gran parte de la suma de vidas que perdáis y del momento en el que ocurra.
Por ejemplo, si os fijáis en las fetch lands, como la Playa anegada y las Catacumbas verdes, veréis que estas cartas esenciales en formatos antiguos cuestan 1 vida. Sin embargo, muchos mazos están repletos de ellas. ¿Cuál es el motivo?
Pagar 1 vida es casi gratuito. La probabilidad de que una vida marque la diferencia entre ganar y perder es baja, aunque pueda ocurrir. A menudo, el desenlace de una partida será el mismo tanto si pagáis ese punto de vida como si no.
Además, en este ejemplo en concreto, las fetch lands son correctores de maná excelentes al inicio de la partida y os ayudan a lanzar vuestros mejores hechizos. Pagar 1 vida en esa situación es absolutamente razonable, porque ayuda a que todo vuestro mazo rinda mejor. De hecho, muchas barajas están dispuestas a pagar 5 o más vidas en el transcurso de una partida con tal de optimizar su maná, porque compensa con creces.
A pesar de todas estas ventajas, hay una cuestión con la que debéis tener cuidado: el peso total de las cartas que os hagan perder vidas.
Digamos que vuestras tierras os hacen daño. Vuestro mazo también contiene hechizos como el Fin angustioso. Y entonces añadís algunas cartas como las Verdades que duelen. Sin daros cuenta, habéis empezado a autoinfligiros unos 8 puntos de daño por partida... ¡y eso sí que es preocupante!
Debéis tener mucho cuidado con incluir demasiadas cartas de pérdida de vidas en un mismo mazo. Llegados a cierto punto, acabaréis robando cartas que no podréis lanzar a menos que ganéis vidas de algún modo. Entonces, la ventaja que obtuvisteis pagando vidas a cambio de ciertos beneficios se verá gravemente mermada, porque tendréis varias cartas muertas en la mano.
Ese es el motivo por el que el Fin angustioso, aunque se haya usado en bastantes mazos, es un hechizo del que solo se llevan una, dos o quizá tres copias, pero rara vez cuatro. El primer Fin angustioso que robéis resultará útil, pero robar demasiados puede acabar con vosotros o impedir que uséis determinadas cartas.
Cuestión de oponentes
Los adversarios a los que os enfrentéis también influirán mucho en la cantidad de vidas que estéis dispuestos a pagar.
En un duelo de mazos de control, a menudo podéis pagar vidas con total tranquilidad. Yo mismo he perdido la cuenta de las veces que he pagado vidas para que mis Fuentes consagradas entren enderezadas solo para tirarme faroles. Estos son los enfrentamientos en los que podéis lanzar todas las Verdades que duelen para robar tres cartas, porque las vidas probablemente no serán tan importantes como la ventaja de cartas.
Por contra, si vuestro oponente utiliza una baraja Burn roja, las cartas que os hagan daño a vosotros mismos serán mucho menos atractivas. ¡Vuestras Verdades que duelen serán como Descargas de lava gratuitas para el oponente!
Siempre hay excepciones, por supuesto. Las cartas como el Confidente oscuro y la Visitante del asilo pueden ser bastante buenas contra mazos agresivos, porque necesitáis cartas adicionales para controlar la partida y estas criaturas también pueden atacar y bloquear. La Floración amarga hace que perdáis una vida cada turno, pero si tenéis en cuenta que os ofrece un sinfín de criaturas bloqueadoras, ¡en realidad os proporciona vidas!
En definitiva, no basta con leer el texto de pérdida de vidas. Lo importante es analizar la manera en que las perdéis y sopesar si merece la pena.
Larga vida y prosperidad
Espero que hayáis disfrutado con este artículo sobre la pérdida de vidas. Recordad que no siempre es un coste tan perjudicial como parece.
Entre esta semana y mi texto anterior sobre la ganancia de vidas, ahora disponéis de una visión global sobre el funcionamiento de ambas cosas... ¡y quizá os decidáis a construir mazos que las combinen!
Puede que todavía tengáis dudas sobre estos temas, en cuyo caso estaré encantado de resolverlas. Si tenéis cualquier pregunta o comentario, no dudéis en enviármelo. Podéis contactar conmigo cuando queráis a través de Twitter y Tumblr o enviándome un correo electrónico (en inglés) a BeyondBasicsMagic@gmail.com.
Nos vemos la semana que viene. Hasta entonces, ¡que os divirtáis pagando vidas!