Se acerca la Hora de la Devastación.

Por fin está en el horizonte. Hace meses y meses, cuando anunciamos Amonkhet, La hora de la devastación se mencionó en la misma noticia y todos supimos que algo horrible iba a ocurrir en Amonkhet. No cabe duda de que Nicol Bolas no va a decepcionarnos.

El supuesto salvador del plano ha resultado ser un invasor colérico. Además de los Guardianes, muchos habitantes de Amonkhet intentan hacerle frente por todos los medios para evitar la destrucción total.

Y los meros mortales no son los únicos que intentan oponerse a Bolas.

Permitid que vuelva la vista atrás por un segundo.

Amonkhet nos dio a conocer la mecánica de espolear, que se utilizaba en criaturas y les impedía enderezarse durante un turno a cambio de una ventaja obtenida al atacar.

Espolear ha regresado en La hora de la devastación y trae un par de novedades respecto a lo que vimos en Amonkhet. Podréis seguir espoleando a vuestros humanos, minotauros y demás criaturas igual que hasta ahora, pero también habrá nuevas maneras de hacerlo. Por ejemplo, hemos añadido espolear a los costes de algunas habilidades que implican girar criaturas. De ese modo, vuestras tropas podrán realizar proezas mediante un gran esfuerzo.

Eso está muy bien, pero no es la única novedad.

¿Qué ocurre cuando un dios se esfuerza al máximo? Para ser más precisos, ¿qué sucede cuando vosotros os servís del esfuerzo de un dios?

¿Alguien lo sabe?

Pues bien, La hora de la devastación cuenta con un ciclo de cinco cartas que permiten hacer exactamente eso. Hoy voy a revelar la integrante verde de ese ciclo. ¡Os presento el Último esfuerzo de Rhonas!

Este ciclo está formado por cinco conjuros monocolores, uno para cada dios de Amonkhet. Todos ellos tienen efectos impresionantes e impiden que vuestras tierras se enderecen durante vuestro próximo paso de enderezar.

En otras palabras, el sobresfuerzo recae sobre vosotros.

Todos estos hechizos son bastante salvajes, como podéis ver en el Último esfuerzo de Rhonas. ¿Una 5/4 por dos manás? ¡Es absurdo! Pero, claro, esto viene acompañado de una pequeña desventaja.

Y como ocurre con todas las desventajas en Magic, enseguida me pregunto si el beneficio merece la pena... y cómo puedo aprovecharlo sin que las consecuencias sean tan graves. Teniendo en cuenta que estas cinco cartas de "espolearse a uno mismo" son una de las señas de identidad de la colección, hoy me gustaría hablar sobre algunas maneras de jugarlas y construir en torno a ellas.

  1. Lanzarlas en curva

La primera pregunta que debéis plantearos es la siguiente: por sí misma, ¿la desventaja del efecto es aceptable para vuestro mazo si lanzáis la carta en curva? En el caso del Último esfuerzo de Rhonas, estamos hablando del segundo turno.

Lanzar el hechizo en curva permite plantar una 5/4 en mesa muy pronto y atacar con ella en tercer turno. Si jugáis un mazo agresivo verde, eso podría ser aceptable: estaríais inutilizando vuestras tierras giradas durante un turno para atacar de 5 lo antes posible.

Sin embargo, eso no está exento de riesgos. Un único anticriaturas o un efecto de regresar a la mano podría ser desastroso, ya que neutralizaría vuestro turno y pondría el tempo a favor del oponente.

Ahora bien, hay algunos enfrentamientos en los que deberíais sentiros bastante seguros haciendo esa jugada en segundo turno. Por ejemplo, un mazo rojo probablemente necesite gastar dos chispas para destruir la ficha de Víbora, por lo que el intercambio os beneficiaría.

Pensar qué herramientas podría o no podría tener el adversario es crucial para saber si deberíais lanzar la carta en curva o si sería mejor esperar a otro momento. ¿Cómo podría castigaros el oponente por no lanzar cartas durante un turno a cambio de un efecto muy bueno? Todo depende del contrincante.

La otra clave en este caso específico es esta: ¿qué podéis hacer en tercer turno? Si vuestra jugada es mediocre o no tenéis ninguna, entonces sería un momento idóneo para lanzar el Último esfuerzo. Por contra, si vuestra jugada para el tercer turno es fantástica, quizá os convenga reservar el hechizo.

  1. Lanzarlas fuera de curva

Lo realmente interesante de estas cartas es utilizarlas fuera de curva.

Es fácil ver un coste de maná y pensar "esta carta hay que jugarla en tal turno". Sin embargo, como dije la semana pasada, no siempre es correcto lanzar una carta solo porque podáis.

Por ejemplo, suponed que habéis construido un mazo agresivo verde o una baraja midrange negra-verde como las que tanto se juegan en Estándar. Seguro que tenéis otras cartas de coste bajo que preferiréis lanzar en segundo turno en lugar del Último esfuerzo de Rhonas. Entonces, en el quinto turno, giráis dos tierras y resolvéis este poderoso efecto que os dejará agotados.

Rhonas's Last Stand
Último esfuerzo de Rhonas | Ilustración de Winona Nelson

Eso os ofrecerá algunas opciones.

Por un lado, podéis reservar tres manás para usarlos en el siguiente turno. Si robáis alguna carta jugable, tendréis la oportunidad de lanzarla.

Una alternativa sería lanzar otro hechizo con ese maná y meter presión al oponente sin obligaros a desperdiciar el tercer turno, que puede ser fundamental para un mazo agresivo. En cambio, no enderezar vuestras tierras en el sexto turno puede ser aceptable si ya tenéis presencia en mesa y no es probable que un único anticriaturas lo arruine todo destruyendo vuestra ficha 5/4.

Por supuesto, lanzar estos hechizos fuera de curva ofrece otra posibilidad ventajosa...

  1. Esperar hasta quedaros sin otros hechizos

Necesitáis tierras para lanzar hechizos... pero si no tenéis hechizos que lanzar, ¡solo tendréis que preocuparos por la primera carta de vuestra biblioteca!

Suponed que os quedáis sin amenazas en el cuarto turno y que solo tenéis tierras en la mano. Ese sería un momento muy bueno para usar el Último esfuerzo de Rhonas. Tal vez robéis algo que no podáis lanzar, pero en la mayoría de mazos agresivos seguramente haya cartas que podréis lanzar con el maná que dejéis enderezado y tal vez merezca la pena conseguir la 5/4 a cambio de ralentizaros un turno.

Ahora bien, este quizá sea el momento en que el hechizo tenga menos relevancia, al menos en este caso concreto. Conseguir una 5/4 en el segundo turno es mucho más impresionante que hacerlo en el cuarto. Por tanto, tendréis que sopesar la jugada correcta dependiendo de la situación.

  1. Eliminar la desventaja

Y por fin llegamos a mi parte favorita de todas las cartas de este tipo: ¿cómo podemos eliminar la desventaja para evitarla completamente?

Un método para mitigar el efecto de no enderezar las tierras consiste en utilizar muchas fuentes de maná alternativas. Esta solución es idónea en el verde, el color del Último esfuerzo de Rhonas. Por ejemplo, tenéis que jugar rocas de maná, como la Caravana del cultivador, o criaturas que agreguen maná o enderecen tierras, como los Elfos de Llanowar, el Sátiro viajero o la Cuidad... Esto... olvidaos de esa última, que ya la veréis dentro de poco.

Como iba diciendo, esa es una manera de paliar la desventaja, pero hay otra mucho mejor de hacerlo.

A menudo, este tipo de efectos dicen "sáltate tu próximo paso de enderezar", como en Saborear el momento. Eso significa que si lanzáis dos Saborear el momento en el mismo turno, tendréis que saltaros vuestros dos próximos pasos de enderezar.

Sin embargo, ¡ese no es el caso de estas cartas!

Este ciclo solamente dice que las tierras que controléis no se enderezarán durante vuestro próximo paso de enderezar, pero el paso de enderezar ocurrirá de todos modos.

¿Estáis pensando lo mismo que yo?

Eh... no, no exactamente, pero me alegra saberlo.

Lo que quería decir es que podéis lanzar dos (¡o más!) de estos hechizos en el mismo turno y vuestras tierras solo permanecerán giradas durante el próximo turno.

Imaginad que estáis en el cuarto turno y tenéis cuatro bosques y dos de estas cartas en la mano. Pues resulta que podéis crear dos 5/4 y perder solo un paso de enderezar. ¡Esa sí que es una forma de reducir las consecuencias!

Ahora solamente debéis descubrir qué hacen las otras cartas del ciclo y pensar cómo combinarlas en vuestro mazo. Solo tenéis que esperar un poquito más para verlas (con una excepción).

Haced un esfuerzo

En definitiva, ¿cuál es la mejor manera de jugar estas cartas? Lo más importante es conocer todas las cosas que podéis hacer con ellas y tomar la decisión más adecuada para cada momento.

Desde luego, yo no comenzaría una partida empeñado en lanzar el Último esfuerzo de Rhonas en segundo turno o planeando esperar siempre hasta más tarde. En el segundo turno tenéis que analizar la mesa, vuestra mano y a vuestro oponente para luego tomar la mejor decisión en ese momento. A veces os tocará respirar hondo y lanzar el hechizo, mientras que en otras será mejor esperar. Cualquiera de estas decisiones puede ser la correcta.

Espero que ahora os sintáis más capacitados para tomar estas decisiones.

¿Tenéis alguna pregunta o comentario sobre los temas que he tratado hoy? ¡Contadme vuestras impresiones! Siempre me alegra tener noticias vuestras. Podéis enviarme un tuit, hacer consultas en mi Tumblr o escribirme un correo electrónico (en inglés, por favor) a BeyondBasicsMagic@Gmail.com

La semana que viene volveré con algo que realmente dice La hora de la devastación. Hasta entonces, disfrutad del resto de las previews... y planead cómo vais a utilizar estas cartas para derrotar a vuestros enemigos al más puro estilo Nicol Bolas.

Nos vemos pronto,

Gavin
@GavinVerhey
GavInsight